Pastel de Polenta

La Polenta es muy rica y sana, pero al parecer no la aprovechamos tanto como deberíamos, cuando chica la comía solo con salsa de tomates y creo que sigue siendo mi favorita, un trozo de polenta con un tuco de carne y harta salsa con queso rallado encima mmmm.. Peroo.. claro que hay otras formas y tipo pastel me encanta, queda deliciosa cuando sale del horno y algunos bordes se doran y quedan crujientes. Así que sin más rodeos aquí va este rico pastel de polenta.

Ingredientes:

Para la polenta

- 1 taza de polenta

- 4 tazas de agua

- 2 cdas de aceite de oliva

- 1 cda de mantequilla

- Sal a gusto

Para el relleno

- 1/3 cebolla picada en cuadritos

- 2 tomates chicos o uno grande

- 1 diente de ajo

- Sal

- Orégano

- Pimienta

- 2 cdtas rasa de azúcar

- 1/2 pimentón cortado en tiritas

- 1/2 berenjena cortada en rodajas

- 1 taza de tomatitos cherry cortados por mitad

- Queso para rallar

Preparación:

Poner a hervir agua con sal a gusto en una olla y agregar el aceite de oliva y la mantequilla, incorporar de a poco la polenta en forma de lluvia e ir revolviendo con una cuchara de madera hasta que alcance una consistencia espesa, reservar.

En otra olla pequeña saltear la cebolla hasta que se ponga transparente y levemente dorada, agregar 1 diente de ajo cortado fino, los tomates cortados en cuadritos, sal y orégano, dejar en fuego medio a bajo hasta que se empiecen a deshacer los tomates, de vez en cuando ir machacando un poco, cuando se ponga más pastoso y tome forma, agregar 1 cucharadita de azúcar, esperar un par de minutos y apagar.

Por otro lado, saltear en un poco de aceite de oliva las berenjenas con los pimentones, salpimentar y por separado, saltear los tomatitos cherry con la cucharadita de azúcar restante, reservar. Para armar el pastel, poner una capa de polenta, luego una capa con berenjenas, los pimentones, la salsa de tomates que preparamos y cubrir con otra capa de polenta, finalizar con los tomatitos cherry, orégano, un toque de pimienta, aceite de oliva y queso rallado. LLevar al horno hasta que el queso se derrita.